sábado, 17 de abril de 2010

Cigarros de después

Llegada la noche, nos dirigimos a nuestro encuentro para dar comienzo al delicioso ritual.
Te deslizas entre mis manos, mis dedos te analizan suavemente y te esparces entre sus líneas.
Da comienzo el juego que configurará nuestra más íntima conexión. Me impregno de tu sabor, te esparces por todo mi cuerpo. La danza continúa uniéndote a mis labios una vez tras otra. Configuramos nuestra realidad.
Después de un enérgico estremecimiento llegamos a su conclusión fundidos por un destello de calor.
Parece que acaba todo pero no, no llega aún su fin. Preparo tabaco para liar un cigarro. Una vez hecho, lo enciendo y fumo el más placentero de ellos. Este cigarro culmina la plácida sensación mencionada. Extenúa la agitación y se abraza a la calma extrema. Serena mi interior iniciando un concierto de colores. Un nuevo orden interno proporciona, relajadamente, diferentes estímulos orientando la mirada más allá.

jueves, 3 de abril de 2008

Shaula




Esperaba tardía tu venida pero te apresuraste en el encuentro. Llegaste un atardecer por sorpresa y con sólo oír tu llegada, mi cuerpo comenzó a temblar. Me impacientaba el querer aislarte, desprenderte de la expectación. Transcurrían eternos los segundos y mi voz lanzaba gritos internos de algarabía. Cuando se apartó la portezuela, tu sombría luz acarició mis pupilas. La sangre hormigueaba en mis venas al sentirte reposar en mis brazos.

Al caer la noche comenzamos la naciente unión.

-Leves pálpitos nos empujan hacia mundos adyacentes. Mitigas las sendas temporales y dibujas soplos seduciendo mis dedos.

Juntos descubriremos cómo sentir, la que será, nuestra longeva conexión.

domingo, 23 de marzo de 2008

Rozando el final se presenta el inicio




Se hace presente el festival tembloroso de tu cercana llegada. Se espesa mi mente pensando en qué puedes contigo traer. Afloran ilusiones, trato de disuadirlas para concluir pensando en no pensar. No pensar para serenar el turbulento estremecimiento que mora en mi piel. Una esperada llamada confirma nuestro encuentro. Me pongo en marcha para acudir allá donde permaneces.

No consigo contemplarte en plenitud, pero oigo tus silbidos que me obsequian recuerdos tan olvidados como presentes en mí.

Un adiós fue dicho señalando el futuro encuentro, en el cual, me mostrarás algo más que logre impregnarme con tu luminosidad.

Esperaré tal momento, sumido en la felicidad hoy alcanzada. Avanzaré sin atajos y sin miedos, coloreando la senda en la que nos volvamos a ver.

sábado, 15 de marzo de 2008

Evanescente es el aliento, que mis dedos humedece, entre los arrecifes de la madrugada. Espirales en las sienes agudizan el oído.

Su silenciosa mirada me grita, me atrae y me embauca para que la deje reposar en mi regazo. Mis manos recorren sus infinitos senderos y dan a luz sus gemidos, iniciando nuestro, más íntimo, diálogo.

Sumergidos en un placentero llanto, viajamos de la mano, recorremos innumerables horizontes.

Se evade el tiempo, las palabras de mis dedos son dichas por su suave y rítmica melodía, que nos invita a bailar, hasta quedar exhaustos y reposar en nuestros sueños.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Luz que te enciendes y apagas en una noche silenciada por lejanos rugidos de gigantes de acero.

El aire transmite un frío aliento que enmudece a mis dedos. No hablan, solamente escuchan y se quejan de vez en cuando. Murmullan, en secreto, gestos entre ellos. Este helado suspiro da calor a mi cuerpo pero vosotros no lográis avivaros. Os sentís ultrajados, burlados, no queréis seguir motivando al hilo conductor de mis sentimientos. Os vais sin percataros que el que huye soy yo. Me marcho como aprendí a temprana edad. Elijo mi senda y doy firmes, pero sigilosos, pasos hacia cualquier lugar. No puedo, ni quiero participar en esta absurda conexión inexistente, os desligáis de mí y el que inicia su partida soy yo.

No comprendo vuestro silencio al daros plena libertad para expresaros.

-¿Queréis que ordene vuestras palabras?

-Algo así jamás haré.

Debéis seguir vuestro camino sin mi y yo el mío sin vosotros. Si existe un lugar que nos reencuentre, amados dedos parlantes, allá nos veremos y acordaremos la nueva alianza.

Hasta ese momento, deseo que sea feliz vuestra aventura y logréis disipar el gélido hálito, de esta noche que nos desliga.

lunes, 3 de marzo de 2008

Livianos destellos se abrazan y emanan arroyos luminosos. Traéis con vosotros una dulce fuente de sosiego que clarifica tan turbios sumideros. Profundas simas, madres del albor. Un albor que presenta un divertido y acordado juego con las palabras. Con él se desglosan recónditas emociones, para así, recorrer la senda por sus vías aún más sólidas y reforzar nuestra intrínseca conexión.

Llegan infinitos manantiales de libertad para decidir el instante de dar el soplo y germinar en la esfera más dispar.

miércoles, 27 de febrero de 2008

Retoñan tus veneros, un suave levante los trae consigo.

Te sumerges en mi aliento y recorres mi corpóreo ser.

La interna mar gruesa rescata esas sensaciones ávidas por florecer para acariciarme con su bálsamo.

Suave periplo el iniciado.

Asciendes, desciendes y te deslizas con dulzura, por mis senderos más internos, pariendo estremecimientos.

Frúnceme con tu calor hasta juntos perecer, abrazados tibiamente, en el plácido cobijo.