domingo, 23 de marzo de 2008

Rozando el final se presenta el inicio




Se hace presente el festival tembloroso de tu cercana llegada. Se espesa mi mente pensando en qué puedes contigo traer. Afloran ilusiones, trato de disuadirlas para concluir pensando en no pensar. No pensar para serenar el turbulento estremecimiento que mora en mi piel. Una esperada llamada confirma nuestro encuentro. Me pongo en marcha para acudir allá donde permaneces.

No consigo contemplarte en plenitud, pero oigo tus silbidos que me obsequian recuerdos tan olvidados como presentes en mí.

Un adiós fue dicho señalando el futuro encuentro, en el cual, me mostrarás algo más que logre impregnarme con tu luminosidad.

Esperaré tal momento, sumido en la felicidad hoy alcanzada. Avanzaré sin atajos y sin miedos, coloreando la senda en la que nos volvamos a ver.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando la muerte se aferra a ti, abraza fuertemente a la vida y, besándola, le muestra el camino que ha de iniciar.
Nuevo sendero por descubrir, caminando juntas de la mano sin volver la vista atrás.

OscaR J. dijo...

Cuando la vida se aferra a ti, no hay muerte capaz de hacerla volcar, usas su guadaña para crear nuevas sendas, que ella es incapaz de controlar.
Ahora eres tu el que decide el camino.